¿Cómo obtenemos vitamina D?

Contar con niveles adecuados de esta vitamina mejora la calidad ovocitaria, así como la receptividad endometrial y las posibilidades de implantación y, por tanto, aumenta las posibilidades de éxito en técnicas de reproducción asistida.

La vitamina D juega un papel fundamental en la fertilidad, tanto del hombre como de la mujer.

En los varones un nivel óptimo de vitamina D beneficia el buen desarrollo del núcleo de los espermatozoides, incrementa el recuento de los mismos y mejora la calidad del semen, además de incrementar los niveles de testosterona.

 

El organismo tiene tres formas de obtener la vitamina D:

1.- A través de la piel, en la que se sintetiza por la acción de la luz ultravioleta (UVB).

2.- Con la alimentación.

3.- A partir de suplementos.

Así que, para suplir la falta de sol causada por el hecho de estar en casa durante tantos días, podemos intentar compensarlo de otras formas:

Durante estos días de confinamiento, la Organización Mundial de la Salud recomienda aprovechar las horas de sol en patios y balcones, aunque esté nublado. El vidrio bloquea la radiación UVB, por lo que no sirve la exposición a través del cristal de la ventana cerrada. Es suficiente que nos dé en el rostro y los brazos, por ejemplo.

Podemos aumentar en nuestra dieta la ingesta de alimentos ricos en vitamina D:

  • Pescado azul, por ejemplo atún, sardina, caballa, arenque o salmón. Lo ideal son tres o cuatro raciones de pescado a la semana, alternando blanco y azul.
  • Mariscos.
  • Huevo. Hay que comerlos enteros, ya que la vitamina D se encuentra en la yema. Son recomendables al menos tres a la semana.
  • Lácteos, preferiblemente enteros, ya que la vitamina D se encuentra en la grasa: leche, yogures, queso… Se recomiendan dos o tres raciones diarias.
  • Otros alimentos como hongos comestibles, palta, soya.

En el caso de que el déficit de vitamina D fuera marcado, nuestros médicos especialistas en Medicina Reproductiva, podemos indicarle suplementos alimenticios o vitaminoterapia para favorecer el incremento de esta y, por consiguiente, mejorar la fertilidad.


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